lunes, 13 de febrero de 2012

Luna lunera...




"El hombre es como la luna, tiene una cara oculta que nunca muestra a nadie"

En primer lugar, daros las gracias a todos por hacer posible que este blog haya sido visitado más de 1000 veces. Prometo escribir la semana que viene la 2ª entrada de mi vida, esta vez, relacionada con los primeros años de prácticas en mis primeros hospitales.

Todos los que me conocen, saben que he vivido muchos años fuera de mi ciudad. Y cuando mi pareja estaba apenada por la distancia, siempre le decía "Mira la luna...  quizás sea lo único que podamos ver los dos en este mismo momento y de la misma forma". Siempre me ha fascinado mucho este "faro" natural que nos ilumina por las noches.

Nunca me cansaré de ver la misma cara de la luna, y se que me moriré sin ver la otra por la cantidad de tiempo que tarda en dar una vuelta sobre sí misma, ya que coincide con el tiempo que tarda la tierra en darla (y esto ocurre por la atracción gravitatoria que la tierra ejerce sobre la luna).

La luna no solo nos sirve para iluminarnos; que por otro lado, muy poca gente sabe que la luna es negra como el carbón, y que la veamos tan blanca por un efecto óptico; sino que es la que parte la pana con el tema de las mareas. Aquí en el mediterráneo apenas nos damos cuenta de la atracción que ejerce sobre las masas de agua. Pero gracias a la luna, el agua del mar tiene esa especia de "vida propia".

Antes comentaba que la luna no es de color blanco. Y es cierto. Si a su lado hubiese un objeto más brillante, veríamos a la luna de un color grisáceo. Y que ilumina bien poco, ya que solo capta el 7% de la luz solar que recibe. Otra ilusión óptica que me encanta, es cuando sale por el horizonte algunos días y la vemos el doble de grande y de color anaranjado. Os propongo un experimento y os lo explico.
Si tenéis mucho tiempo libre podéis pillar un cuenco de cristal. Lo llenamos de agua y echamos un chorrito de leche. Cuando el agua esté un poco turbia cogemos una linterna y enfocamos desde arriba. A medida que vamos llevando la linterna a una esquina del cuenco veremos que a la luz le cuesta más llegar y es de otro color. Hemos simulado nuestra propia atmósfera. Cuando la luna está en el horizonte (o el sol) a la luz le cuesta más llegar porque tiene que superar más distancia. Y la luz se dispersa en nuestra atmósfera, con la gracia de que los colores azules, verdes y violetas desaparecen. Los demás se quedan.

Sin duda alguna, el momento que más me gusta es cuando la tengo encima y está llena. Aunque a veces está llena y cuesta verla con nitidez por ese "aura" que la envuelve. Mucha gente dice que cuando la luna tiene ese aura es porque va a llover o cosas así. Lo que no saben es que están viendo polvo lunar. Ya sabéis que en la luna no hay aire (Ni sonido por cierto). Todo el polvo que se forma por los meteoritos quedan flotando en el aire. Y muchas veces, esa gran cantidad de polvo flotante también reflejan la luz del sol y de la luna. De ahí a que se vea con ese "aura". 
Otra curiosidad relacionada con la luminosidad de la luna es el tiempo que tardamos en ver esa luz. Cuando miramos a la luna, estamos viéndola  tal y como era hace dos segundos. Que es lo que tarda en llegar la luz desde la misma hasta nuestros ojos.  Y este tiempo que tardamos en ver su luz variará con los años, porque anualmente la luna se separa de nosotros unos 3,8 cms. Y dentro de mucho, nos abandonará. Pero me da a mi que ese momento no viviremos para verlo. Así que todos los que quieran pillarle la luna a sus parejas para San Valentín tenéis que correr un poco :P

Y es que la luna estuvo presente a lo largo de toda la historia de la humanidad. En muchas culturas la luna es una diosa... se celebran miles de ritos relacionados con la misma, el calendario lunar es utilizado hoy día e incluso las raíces de algunas palabras. La palabra inglesa para mes, month, proviene de moonth, forma sajona primitiva para decir lunación. En castellano, Lunes tiene su raíz en el "Día de la luna" (Lunae en latín), en inglés monday, en italiano lunedi y en francés lundi.

Antes de acabar, quería responderme una pregunta que me hice muchas veces al ver algunas películas ambientadas en el espacio. Siempre me he preguntado qué ocurriría si un astronauta se quitase el casco cuando estuviese fuera. Bien, pues el cine se encargó de difundir el rumor que reventaban en el vacío; pero los seres humanos, por su naturaleza, son blandos, porosos, llenos de gas y líquidos. 
Los componentes líquidos del cráneo, sometidos a una alta descomprensión, se cocinan en una fracción de segundo, y,casi al mismo tiempo, debido a la pérdida de energía inducida, se enfrian de nuevo. Lo que se evapora en el vacío genera un vapor frío, de modo que todo líquido que empieza a hervir, se congela
rápidamente. El cráneo no revienta, pero su anatomía sufre grandes y veloces cambios, hasta dejar una máscara deforme cubierta de una capa de hielo. Por último, se sufre una insolación. 
Muerte rápida y sin sufrimiento.

A estas horas aún no la veo asomar por la ventana de mi habitación. Casi que me dará las buenas noches cuando de madrugada decida rendirme a los brazos de Morfeo. Muchas gracias por leer y muy buenas noches :)



Pd. http://www.traducimos.cl/planet/  Por si queréis calcular vuestro peso en la luna y otros planetas de alrededor . 

Pd2. A pesar de tener montañas tan grandes como la de la tierra, nunca habrá volcanes porque su núcleo es bastante pequeño y  profundo.








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