Ya sabéis lo que dice la gente "No empieces la casa por el tejado", pero hace unos meses subí una entrada relatando el primer libro de la biblia, y antes de seguir en ese punto (como he tocado un par de veces el nuevo testamento) me gustaría cerrar de una vez dicha parte.
El apocalipsis es uno de los
libros más famosos que recoge el cuento más tenebroso de toda la biblia. Al
comienzo, nos dicen que todos debemos conocer aquello que va a suceder
pronto. Y como han pasado miles de años sin que suceda nada, decidí acercaros
estas historias para que estéis preparados para aquello que va a suceder
“pronto”.
1.
Nos encontramos con Juan, que será el guía que nos acompañará en este viaje. Pues resulta que estaba pasando
unos días en Patmos, cuando se quedó atontado y al girarse vio a un Señor
canoso que tenía siete estrellas en la mano derecha y siete candelabros en la
izquierda (haciendo malabarismo suponemos). Pero el misterio no es cómo este
buen hombre no salió corriendo… el verdadero misterio es cómo este señor canoso
podía hablar cuando (y cito textualmente) “De su boca salía una espada aguda de
dos filos”.
2 y 3.
Curiosamente estas estrellas
que tenía el señor canoso, eran en realidad ángeles. Estos se presentan y le
echan en cara a nuestro guía un poco de todo. Y no dudan en amenazarlo y proponerle una escapada en la que el demonio
le hará sufrir durante 10 días. Que aguante, que cuando termine le dará la
corona de la vida. Cabe destacar el último ángel/estrella que le avisa con
tiempo que le va a vomitar encima para que sea humilde. Luego le permitirá
vestirse, que tampoco hay necesidad de pasarlo del todo mal.
4 y 5
Y por fin empezamos el viaje al
más allá. Lo primero que ve es un trono enorme, acompañado de 24 más pequeñitos
con hombres de pelo blanco sentados. Y a los pies, siete llamas; que en realidad, son animales con muchas alas llenos de ojos por todos lados. Su función no
queda muy clara, pero por lo visto se pasan la eternidad repitiendo “Santo,
Santo, Santo”.
El jefe (el que está en el medio)
tiene un gran libro que está escrito por todos lados, pero a la misma vez está
cerrado por siete sellos. Nuestro protagonista se inquieta, porque ya que está
de viaje no va a poder curiosear el libro. Así que como buena persona madura y
lúcida, se pone a llorar. Y a los ancianos se le parte el corazón y envían a un
cordero “como” degollado con siete cuernos y siete ojos y empieza a abrirlo.
6.
El cordero (casi degollado)
comienza a romper los sellos, y a medida que los va rasgando, empiezan a suceder
cosas. Manda un caballero blanco con un arco preparado para matar, un
caballo rojo preparado para degollar a la peña, un caballo negro
encargado de timar a la gente, un caballo verde encargado de propagar
enfermedades por todo el mundo, un terremoto enorme con el sexto sello y
finalmente, el sol se puso negro, la luna roja como la sangre y empezaron a caer
meteoritos. Vamos, que el corderito la iba a liar parda; y lo mejor de todo, es
que no sabemos lo que contiene el libro de las narices.
7.
Pero que no cunda el pánico…
porque antes de que esto ocurra van a bajar cuatro ángeles a sellar a unos
pocos elegidos… El porcentaje no es alentador teniendo en cuenta que somos seis
billones de seres humanos en la tierra, pero alguno se salvará…
8.
Momento de romper el último
sello. Así que se hace un silencio sepulcral de media hora y se le entregan a
los siete ángeles, siete trompetas. Y si todo lo anterior no fue suficiente,
agarraros porque nos espera una buena.
Con la primera trompeta empezó a
caer piedras encendidas con fuego y sangre: una tercera parte de la tierra
quedará completamente abrasada… Con la segunda trompeta una montaña cayó al
mar, destruyendo toda forma de vida marina. Con la tercera, cayó un meteorito
(Ajenjo se llama por cierto) que destruye ríos y manantiales. Y con la cuarta,
la tercera parte del sol y la luna quedó
destruida: oscuridad total.
Y para rematar, mandan
un águila que se paseará por todo el mundo para ir diciendo a los
supervivientes que se preparen, que esto no es nada comparado con lo que viene…
9.
Con la quinta trompeta se
abrieron los abismos y salieron unas langostas evolucionadas (con caparazones y
colas de escorpiones y demás) con órdenes de atormentar a los hombres que no
estuviesen marcados durante cinco meses.
La sexta trompeta fue un aviso a
unos ángeles guerreros para que acabaran con la tercera parte de los hombres.
Así, en frío y sin pensar. Desde luego no entiendo como durante 2000 páginas se
nos come la cabeza con tanto amor, paz y demás, cuando a la primera de cambio
nos sueltan caballos que matan, langostas con corazas asesinas y más tarde los
ángeles malignos que nos matarán… La vida.
10.
Y llegamos a la última trompeta.
Desde luego que los supervivientes, después de todo lo que han pasado estarán
como locos porque los maten… Que ni los juegos del hambre, oye…
Pues esta vez, no ocurre una
desgracia en sí… Después del por culo que ha dado el librito de las narices, le
piden a Juan que se lo coma. Sin más… Y este, pues lo hace sin pensarlo… Sin
leer nada ni na… Y por lo visto esto entra dentro de lo que llaman “Misterio de
Dios”.
11, 12 y 13.
Como suponemos que Juan estaba en
shock, los ancianos le dan una vara y le dice que mida el santuario de Dios. A
ver si se le pasa la tontería. No sabremos nunca si lo hizo, cómo y resultado
final. Pero hubo algo que lo sacó del atontamiento. Una mujer vestida de sol
(podemos confirmar que no es Lady Gaga) pariendo. Pero apareció un Dragón que
empezó a echar estrellas a la tierra (páginas antes las estrellas se habían ido
a la mierda, pero si Dios quiere crear estrellas pues las crea, porque para eso
es su libro y punto y final). Pero claro, a los ángeles le tocan la fibra
sensible y luchan contra él y lo mandan a la tierra, junto a los hombres que
quedan aún vivos (y con ansiedad y depresión suponemos).
Pues allí sale de pronto el
demonio de entre los mares convertido en una bestia. Este les dice que se unan
a él, que va a intentar poner en su sitio a Dios y a los ángeles. Y estos se
extrañan mucho del rumbo que coge la humanidad. Porque claro, después de
mandarles enfermedades, langostas asesinas, meteoritos, quitarles comida y
agua, mandarles plagas y demás putadas… ¿CÓMO PUEDE SER QUE LOS QUE QUEDAN
VIVOS ESTÉN EN CONTRA NUESTRA?.
Y así lo hacen. Y entre ellos se señalan con
una cifra de todo conocida… el 666.
Pues los ángeles guerreros no lo
entienden… Y como no entran en razón, ríete tu de las revueltas de la Esteban
en el deluxe…
14 y 15.
Curiosamente, en lugar de mandar
más meteoritos o mierdas, salen ángeles volando anunciando que se acerca el
juicio final. Que no es tarde para arrepentirse, y que aunque estén marcados
por el número de la bestia, pueden tener el perdón de Dios (¿Ahora si?).
¿Os lo habéis creido? JAAA
Dios que está calentito por el
rumbo inexplicable de la situación manda las últimas siete plagas. Así, por lo
bajini… como quién no quiere la cosa. Y claro, a esperar a que los
supervivientes que queden, les adore por las buenas… Pero como la cosa no iba
del todo bien, entregó siete copas a siete ángeles para que las derramasen.
16.
Con la primera copa, todos los
que estaban marcados con el número de la bestia tuvieron una úlcera dolorosa.
Con la segunda se cargó todo lo
que vive en el agua. Convirtiendo agua en sangre (ooootra vez, que maldad tenía,
pero originalidad ninguna).
Con la tercera al igual que hizo
con el mar, lo hizo con los ríos y manantiales.
Con la cuarta, el sol abrasaba a
los hombres.
Con la quinta, se hizo la
oscuridad total y plena.
Con la sexta se secó el Eufrates
(¿¿¿¿¿¿¿¿¿?????????)
Y con la séptima, el mayor
terremoto conocido en la historia de la humanidad, asoló la tierra. Para darle
más emoción, también cayeron pedruscos y cito textualmente “los hombres
blasfemaron de Dios por la plaga del pedrusco”. Todo el día quejándose, vaya.
17, 18 y 19.
En estos capítulos nos cuentan de
pasada la historia de la ramera ( la mujer esta vestida de sol que parió
volando en el cielo) y resulta que no era de fiar… Y la gente se juntaba
con ella, e iba sembrando hambre y destrucción. Al final acabaron con
ella, y todas las almas del cielo aplaudieron a la vez y se dieron un banquete
en honor a la ex – ramera.
20, 21 y 22.
Y finalmente, ¡¡¡Dios vuelve a crear
un mundo!!!. Nos dice que es cuadrado y que mide 12 estadios (0,0000000000000000000000000000000000000000000000000000000001
metros cuadrados por alma). Y que no habrá sol ni luna porque allí no hará
falta. Y que estaremos muy bien y cómodos.
Que el apocalipsis está muy
cerca, pero que no lo sepa mucha gente porque hay muy poco espacio en el nuevo
mundo y tenemos que ser pocos…
Yo por si acaso, no os dije nada.