jueves, 30 de enero de 2014

La biblia para rubias. Parte II. El apocalipsis.

Ya sabéis lo que dice la gente "No empieces la casa por el tejado", pero hace unos meses subí una entrada relatando el primer libro de la biblia, y antes de seguir en ese punto (como he tocado un par de veces el nuevo testamento) me gustaría cerrar de una vez dicha parte.

El apocalipsis es uno de los libros más famosos que recoge el cuento más tenebroso de toda la biblia. Al comienzo, nos dicen que todos debemos conocer aquello que va a suceder pronto. Y como han pasado miles de años sin que suceda nada, decidí acercaros estas historias para que estéis preparados para aquello que va a suceder “pronto”.

1.
Nos encontramos con Juan, que será el guía que nos acompañará en este viaje. Pues resulta que estaba pasando unos días en Patmos, cuando se quedó atontado y al girarse vio a un Señor canoso que tenía siete estrellas en la mano derecha y siete candelabros en la izquierda (haciendo malabarismo suponemos). Pero el misterio no es cómo este buen hombre no salió corriendo… el verdadero misterio es cómo este señor canoso podía hablar cuando (y cito textualmente) “De su boca salía una espada aguda de dos filos”.

2 y 3.
Curiosamente estas estrellas que tenía el señor canoso, eran en realidad ángeles. Estos se presentan y le echan en cara a nuestro guía un poco de todo. Y no dudan en amenazarlo y  proponerle una escapada en la que el demonio le hará sufrir durante 10 días. Que aguante, que cuando termine le dará la corona de la vida. Cabe destacar el último ángel/estrella que le avisa con tiempo que le va a vomitar encima para que sea humilde. Luego le permitirá vestirse, que tampoco hay necesidad de pasarlo del todo mal.

4 y 5
Y por fin empezamos el viaje al más allá. Lo primero que ve es un trono enorme, acompañado de 24 más pequeñitos con hombres de pelo blanco sentados. Y a los pies, siete llamas; que en realidad, son animales con muchas alas llenos de ojos por todos lados. Su función no queda muy clara, pero por lo visto se pasan la eternidad repitiendo “Santo, Santo, Santo”.
El jefe (el que está en el medio) tiene un gran libro que está escrito por todos lados, pero a la misma vez está cerrado por siete sellos. Nuestro protagonista se inquieta, porque ya que está de viaje no va a poder curiosear el libro. Así que como buena persona madura y lúcida, se pone a llorar. Y a los ancianos se le parte el corazón y envían a un cordero “como” degollado con siete cuernos y siete ojos y empieza a abrirlo.

6.
El cordero (casi degollado) comienza a romper los sellos, y a medida que los va rasgando, empiezan a suceder cosas. Manda un caballero blanco con un arco preparado para matar, un caballo rojo preparado para degollar a la peña, un caballo negro encargado de timar a la gente, un caballo verde encargado de propagar enfermedades por todo el mundo, un terremoto enorme con el sexto sello y finalmente, el sol se puso negro, la luna roja como la sangre y empezaron a caer meteoritos. Vamos, que el corderito la iba a liar parda; y lo mejor de todo, es que no sabemos lo que contiene el libro de las narices.

7.
Pero que no cunda el pánico… porque antes de que esto ocurra van a bajar cuatro ángeles a sellar a unos pocos elegidos… El porcentaje no es alentador teniendo en cuenta que somos seis billones de seres humanos en la tierra, pero alguno se salvará…


8.
Momento de romper el último sello. Así que se hace un silencio sepulcral de media hora y se le entregan a los siete ángeles, siete trompetas. Y si todo lo anterior no fue suficiente, agarraros porque nos espera una buena.
Con la primera trompeta empezó a caer piedras encendidas con fuego y sangre: una tercera parte de la tierra quedará completamente abrasada… Con la segunda trompeta una montaña cayó al mar, destruyendo toda forma de vida marina. Con la tercera, cayó un meteorito (Ajenjo se llama por cierto) que destruye ríos y manantiales. Y con la cuarta, la tercera parte del sol y  la luna quedó destruida: oscuridad total.
Y para rematar, mandan un águila que se paseará por todo el mundo para ir diciendo a los supervivientes que se preparen, que esto no es nada comparado con lo que viene…

9.
Con la quinta trompeta se abrieron los abismos y salieron unas langostas evolucionadas (con caparazones y colas de escorpiones y demás) con órdenes de atormentar a los hombres que no estuviesen marcados durante cinco meses.
La sexta trompeta fue un aviso a unos ángeles guerreros para que acabaran con la tercera parte de los hombres. Así, en frío y sin pensar. Desde luego no entiendo como durante 2000 páginas se nos come la cabeza con tanto amor, paz y demás, cuando a la primera de cambio nos sueltan caballos que matan, langostas con corazas asesinas y más tarde los ángeles malignos que nos matarán… La vida.

10.
Y llegamos a la última trompeta. Desde luego que los supervivientes, después de todo lo que han pasado estarán como locos porque los maten… Que ni los juegos del hambre, oye…
Pues esta vez, no ocurre una desgracia en sí… Después del por culo que ha dado el librito de las narices, le piden a Juan que se lo coma. Sin más… Y este, pues lo hace sin pensarlo… Sin leer nada ni na… Y por lo visto esto entra dentro de lo que llaman “Misterio de Dios”.

11, 12 y 13.
Como suponemos que Juan estaba en shock, los ancianos le dan una vara y le dice que mida el santuario de Dios. A ver si se le pasa la tontería. No sabremos nunca si lo hizo, cómo y resultado final. Pero hubo algo que lo sacó del atontamiento. Una mujer vestida de sol (podemos confirmar que no es Lady Gaga) pariendo. Pero apareció un Dragón que empezó a echar estrellas a la tierra (páginas antes las estrellas se habían ido a la mierda, pero si Dios quiere crear estrellas pues las crea, porque para eso es su libro y punto y final). Pero claro, a los ángeles le tocan la fibra sensible y luchan contra él y lo mandan a la tierra, junto a los hombres que quedan aún vivos (y con ansiedad y depresión suponemos).
Pues allí sale de pronto el demonio de entre los mares convertido en una bestia. Este les dice que se unan a él, que va a intentar poner en su sitio a Dios y a los ángeles. Y estos se extrañan mucho del rumbo que coge la humanidad. Porque claro, después de mandarles enfermedades, langostas asesinas, meteoritos, quitarles comida y agua, mandarles plagas y demás putadas… ¿CÓMO PUEDE SER QUE LOS QUE QUEDAN VIVOS ESTÉN EN CONTRA NUESTRA?.
Y así lo hacen. Y entre ellos se señalan con una cifra de todo conocida… el 666.
Pues los ángeles guerreros no lo entienden… Y como no entran en razón, ríete tu de las revueltas de la Esteban en el deluxe…

14 y 15.
Curiosamente, en lugar de mandar más meteoritos o mierdas, salen ángeles volando anunciando que se acerca el juicio final. Que no es tarde para arrepentirse, y que aunque estén marcados por el número de la bestia, pueden tener el perdón de Dios (¿Ahora si?).
¿Os lo habéis creido? JAAA
Dios que está calentito por el rumbo inexplicable de la situación manda las últimas siete plagas. Así, por lo bajini… como quién no quiere la cosa. Y claro, a esperar a que los supervivientes que queden, les adore por las buenas… Pero como la cosa no iba del todo bien, entregó siete copas a siete ángeles para que las derramasen.

16.
Con la primera copa, todos los que estaban marcados con el número de la bestia tuvieron una úlcera dolorosa.
Con la segunda se cargó todo lo que vive en el agua. Convirtiendo agua en sangre (ooootra vez, que maldad tenía, pero originalidad ninguna).
Con la tercera al igual que hizo con el mar, lo hizo con los ríos y manantiales.
Con la cuarta, el sol abrasaba a los hombres.
Con la quinta, se hizo la oscuridad total y plena.
Con la sexta se secó el Eufrates (¿¿¿¿¿¿¿¿¿?????????)
Y con la séptima, el mayor terremoto conocido en la historia de la humanidad, asoló la tierra. Para darle más emoción, también cayeron pedruscos y cito textualmente “los hombres blasfemaron de Dios por la plaga del pedrusco”. Todo el día quejándose, vaya.

17, 18 y 19.
En estos capítulos nos cuentan de pasada la historia de la ramera ( la mujer esta vestida de sol que parió volando en el cielo) y resulta que no era de fiar… Y la gente se juntaba con ella, e iba sembrando hambre y destrucción. Al final acabaron con ella, y todas las almas del cielo aplaudieron a la vez y se dieron un banquete en honor a la ex – ramera.

20, 21 y 22.
Y finalmente, ¡¡¡Dios vuelve a crear un mundo!!!. Nos dice que es cuadrado y que mide 12 estadios (0,0000000000000000000000000000000000000000000000000000000001 metros cuadrados por alma). Y que no habrá sol ni luna porque allí no hará falta. Y que estaremos muy bien y cómodos.
Que el apocalipsis está muy cerca, pero que no lo sepa mucha gente porque hay muy poco espacio en el nuevo mundo y tenemos que ser pocos…

Yo por si acaso, no os dije nada.