miércoles, 28 de diciembre de 2011

Adiós 2011.

Se nos acaba el 2011.
Un año, que en lo personal, me ha deparado muchas sorpresas.
Pero no quiero hacer un balance ni de lo bueno, ni de lo malo. Lo bueno lo guardaré en mi memoria y de lo malo aprenderé.
Han sido muchas las personas con las que he podido contar a lo largo de estos meses.
Han sido muchas locuras las que hice este año por mucha gente.
Ha sido un año con grandes momentos para recordar y casi todo entero para olvidar.

Este año me he leído 50 libros. Ni uno más, ni uno menos.
Y he pensado que quizás, os podría recomendar los que más me han gustado. Aviso desde ya que seré breve. Y prometo retomar el blog cuando pasen unas semanas y me encuentre más centrado. No voy a destripar ningún final ni nada parecido.
Sin más, mis recomendaciones:

1. El retrato de Dorian Gray.  Oscar Wilde


Todo el mundo conoce de pasada a este personaje. Joven apuesto por el que no pasa el tiempo físicamente, sino a su retrato. De pequeño me lo mandaron leer en Inglés y nunca supe el final de esta historia. Realmente aparecen 3 personajes principales y podría decirse que dos secundarios que son muy importantes en la historia. Cuando acabas de leerlo, lo importante no es la trama en sí, sino los sentimientos que te producen.
Al principio, Dorian Gray es un joven inocente. Es apuesto y no sabe nada de la vida. Basil es el típico amigo que lo idolatra (estaba enamorado realmente de Dorian) y Henry el que le abre los ojos. Conoce al "amor" de su vida y pasan mil cosas. A medida que pasamos las hojas, nos vamos acercando a un personaje muy distinto, que evoluciona a contrarreloj. Se deja guiar y piensan por él, no hay espacio para el autoaprendizaje. Su vida es una obra de teatro, donde él mismo es personaje, director y público que admira su obra.
Lo importante es el paso del tiempo en relación con el retrato. Al darse cuenta de eso comete muchos errores, con la inmensa suerte de salir siempre ganando. Cuando se enfrenta al peor problema de su vida, sale airoso. Y decide cambiar. Se dice a sí mismo que no es imposible, que no le queda otra. Que puede darse otra oportunidad... Entonces, ocurre lo que tiene que ocurrir.

Oscar Wilde escribe con un estilo muy característico. Muy descriptivo en objetos cotidianos y costumbres de aquella época. Nos encontramos con un hombre muy adelantado a su tiempo; en el que, seguramente, muchas afirmaciones en boca de sus personajes les trajo algún que otro problema. 
Una obra maestra que debe ser leía al menos una vez en la vida. 

2. Libertad. Jonathan Franzen


Segunda gran sorpresa del año. Por mi estado emocional, hubiera pensado que lo iba a pasar mucho peor. Pero realmente, los caminos que toman los distintos personajes me hicieron mirar las cosas de otra forma.
Para esta novela, Franzen escoge a una familia Americana con pinceladas de perfección. Pero un buen día, se descubre que tal cosa no existe. 
A continuación empezamos a leer una autobiografía de Patty; la madre del grupo, que nos cuenta desde su infancia sus primeros pasos en el cruel futuro que le espera. Desde pequeña está obligada a elegir. Pero casi nunca le preguntan qué es lo que quiere ella. Conoce a Walter (Futuro marido que nos presenta a principio del libro) y a su mejor amigo que jugará un papel fundamental en el resto de la historia. Cuando pensamos que no cabe lugar a más desgracias, descubrimos a una mujer luchadora, que aunque no tenga claro lo que desea en esta vida, decide afrontar sus problemas aislándose del mundo. 
Pasamos a una parte importante del libro llamada "2004". En cada capítulo se nos hace una radiografía importante de cada personaje. Desde el marido, hasta el hijo, hasta el amigo y así sucesivamente. 
Verdaderamente ocurren muchas cosas. Infidelidades, vueltas al pasado, arrepentimiento, problemas laborales, problemas económicos, nuevas cosas que elegir.
Y cuando parece que todo está a punto de irse a la mierda, cada personaje obtiene su pedacito de libertad. No quiere decir que todos tengan un final feliz, porque no lo tienen, pero tienen algo más valioso que todo ello... Su lugar en un mundo, que el destino y ellos mismos han forjado.

Jonathan Franzen es uno de los poco autores que han sido portada en la famosa revista "Time".
Personalmente, no lo conocía, pero tengo que decir que cuando lo terminé me sentí muy vacío por no poder acompañar más tiempo a esta familia. Es un libro bastante largo, que sin duda se lee de un tirón por lo que atrapa la historia.
E insisto, aunque sea muy dramático, hay que sacar a relucir los cojones que tienen en determinados momentos, ciertos personajes para salir adelante. Yo desde luego, me quedo con eso...

3. El prisionero del cielo. Carlos Ruiz Zafón


Tercera parte de la tetralogía del cementerio de los libros olvidados. Es la novela más corta de las publicadas anteriormente. Su estilo es el mismo. Si alguien se ha leído anteriormente "El conde de Montecristo" encontrará gran parecido a muchas escenas importantes de esta novela. Esta vez volvemos a acompañar a Daniel Sempere por las calles góticas de Barcelona, y por los oscuros caminos de la montaña de Montjuic, donde está la cárcel. En ella están encerrados dos personajes importantes de las anteriores novelas, y conocemos también algunas facetas que pensábamos que nunca íbamos a encontrar en personajes tan cariñosos (visita de Daniel al hotel...).
Me siguen encantando esas escenas donde al leer, o se te corta la respiración, o se te nublan los ojos con las lágrimas.
Es una novela que se lee muy rápido y que deja con ganas de más. Eso si... mientras dura se disfruta con ganas.



4. Hannibal. Thomas Harris 

Re-lectura de uno de mis personajes favoritos. Hannibal Lecter. También conocido como Hannibal el caníbal.
Recuerdo ir una mañana al Corte Inglés y encontrarme la edición tapa dura y de lujo por 5 euros. Ni que decir que me tiré a coger mi ejemplar. Esta novela se diferencia en las otras en varios puntos. Para empezar Hannibal está libre. Lo encontramos con su nueva vida. 
La única víctima que alguna vez salió con vida de las garras de Lecter quiere vengarse y comérselo vivo. 
A lo largo de las páginas el autor nos va mostrando el día a día de este genio incomprendido. De este personaje tan inteligente, calculador y mediático. Es un personaje, que a pesar de lo repulsivo que puede llegar a ser, al final resulta ser enamoradizo. Quizás por el morbo, quizás por la personalidad, o quizás por esa forma que tiene de tratar y ver las cosas.
Como curiosidad comentar el final. Es BASTANTE distinto al de la película. Supongo que pensaban que podían contar nuevamente con ambos actores para una posible 4 parte... Cosa que no han conseguido.
El final del libro, es simplemente redondo. 

Antes de pasar al siguiente libro, quiero incluir unas palabras que Lecter le dedica a su amada. Porque ha pesar de ser el ser más repulsivo del mundo, es un monstruo que tiene su corazón protector. Allá vamos:
"Si oyes cosas que pudieran resultarte desagradables, enseguida te darás cuenta de que el contexto puede hacer de ellas algo entre absurdo e irresistiblemente cómico. Si se dicen cosas dolorosamente ciertas, comprenderás que son verdades pasajeras que cambiarán. Si sientes que el dolor germina dentro de ti, no tardará en florecer convertido en alivio. ¿Me comprendes?"

5. Pandemia. Daniel Kalla

Libro que tiene más años que nada y leí antes de ver la peli "Contagio". La trama es muy simple. China quiere joder a EEUU. Mutan una cepa de gripe letal. Infectan a unos pocos chinos que se reparten por EEUU. 1 infecta a 1. Ese 1 a varios. Esos varios a muchos... 
Una lucha contrarreloj para salvar EEUU.
Sin duda una novela que te mantiene desde la primera hasta la última  página enganchadísimo. Lo malo de todo esto, es que el libro está descatalogado y no se encuentra en e-book. Y es una pena importante, porque te explica todo de una forma simple y sencilla. Los pasos de la enfermedad y las medidas reales que se darían en el caso de una pandemia. 
Muy adictiva y recomendable.


6. En casa. Una breve historia de la vida privada. Bill Bryson

Antes de hablar de este libro, os aviso que si no habéis leído el anterior trabajo de este hombre (Una pequeña historia de casi todo) casi os tengo que obligar a que lo hagáis.
En esta ocasión Bill nos conduce por su casa. Entra en todas y cada una de sus habitaciones y nos cuenta el origen de algunos objetos, anécdotas de los inventos, sucesos de épocas pasadas y sobre todo como vivían nuestros antepasados.
Cada capítulo te sorprende con millones de datos curiosos... con millones de anécdotas. 
Sin duda es un libro que se queda en mi estantería y que re-leeré algún día porque es el ensayo con el que más he disfrutado este año. 
Espero que pronto vuelva a escribir este gran hombre.




Debido a que en estas últimas semanas he decidido no pensar mucho las cosas, creo que por hoy lo voy a dejar aquí. Mañana, si me da tiempo actualizo e incluyo unas cuantas novelas más.

De todo corazón, a las personas que conozco y se que me leen, les deseo lo mejor y una muy feliz entrada de año. Poco a poco, vais escribiendo en el libro de mi vida. Y aunque hayan personas que se queden en el camino, os aseguro que algunas dejan una firma marcada a fuego.

Os quiere,
José Abril Rubio.

sábado, 10 de diciembre de 2011

La cajita.

El ocaso hace su aparición en el primer acto.
Los ojos del joven están rojos de pensar y de soñar despierto. No sabe que hora es. Si el mundo se viene abajo en ese momento no es problema suyo, como cuando duermes profundamente y no te enteras de la tormenta que está pasando encima de tu cabeza.
De vez en cuando, aparentemente, se mueve un poco, no mucho, porque se ha quedado inmóvil de tanto pensar.
Entre otras cosas tiene pensamientos bidireccionales. Como una imagen dividida en dos, una a la derecha, y otra a la izquierda. Pero en ambas imágenes aparece el mismo joven, de una manera contradictoria.
Dos rumbos que tomar, ninguno con sentido.
En el segundo acto hace entrada dos personajes bien distintos. Ambos llevan una especie de cajita. En ella, está lo más preciado de nuestro joven.
En la primera caja, a la derecha, aparece una caja enorme de color verde. Parece nueva. Tiene unos adornos azules y unas piedras preciosas en la parte de arriba. Pero algo no encaja, está medio abierta... Parece que han ido vaciando el contenido poco a poco.
En la segunda caja, a la izquierda, es una pequeña caja de color negro. Simple. Parece vieja. Esa está cerrada por un candado. Además, viene de muy lejos. Tiene varias cerraduras, algunas parecen forzadas, pero la que sostiene el personaje está intacta.
En el tercer acto aparece un espejo. Nuestro personaje se asoma. No ve absolutamente nada. Solo unos ojos rojos de tanto pensar y llorar. Piensa en la carne, en el sexo, en los celos y vomita al lado del espejo. Mira alrededor buscando algo a lo que abrazarse. Al no encontrar nada, busca a alguien a quién pedirle explicaciones. No hay nadie. Solo esos ojos...
Los mira fijamente y en sus pupilas van pasando imágenes. Todas buenas.
No sabe cuanto tiempo está allí mirándolas. Solo sabe que al rato se despierta.

Nuestro joven se incorpora. Parecía un sueño muy real, ¿O eran pensamientos?
Se dirige al baño a oscuras. Cierra la puerta. Se planta enfrente del espejo y enciende la luz.
Alguien le sostiene la mirada. Por fin puede mirarse al espejo. Sigue viendo esos ojos rojos de tanto pensar; pero hay algo nuevo, nota que hay algo diferente.
Sonríe, se sonríe a sí mismo, y piensa que la vida es maravillosa. Suelta una lágrima, pero a diferencia de las otras, son dulces, no saladas.
Se acuesta en la cama, se abraza a su peluche y ahora si, se queda dormido.

Dejamos al joven descansar. Su mente es cuando más trabaja. Está formando una cajita. Es de color naranja, nueva, con muchos dibujos y piedras de muchos colores. Dentro mete muchas cosas, las ordena, las apila. Y le pone un candado, y otro, y otro, y muchos más. Las llave las mete en unos sobres y las identifica. La llave más grande (y más bonita) la mete en una cajita pequeña. A pasos furtivos, se cuela en el sueño anterior y la vuelve a meter en esa caja que estaba a la derecha y medio abierta. La coloca al fondo, en un lugar visible, pero ordenado para que no se pierda. Cierra la caja y se marcha del sueño.

Ahora ya puede dormir y empezar a soñar de verdad.